DOS ENSAYOS SOBRE VINCULACIÓN DE LOS HUMANOS



ENSAYO SOBRE LA AMISTAD


Me voy, me vengo, me siento, me levanto, me caigo, me imagino, me duermo, me despierto, me como, me aguanto... en todas estas expresiones el sujeto además de hacer la acción, asiste a ella, la preside; es además de agente, una especie de destinatario, como en circuito cerrado inmanente. Pero no tenemos "me hablo" (aunque sí "me digo"), a pesar de que en el lenguaje comunicativo (el que va más allá de lo estrictamente utilitario) lo único que hace cada uno es "hablarse", dejarse ir en las palabras, de la misma manera que el pájaro no canta nada, "se canta"; y el que "se deshace en llanto", no llora nada, sino que simplemente "se llora", se desahoga llorando; y el que parlotea, se habla a sí mismo, se exterioriza hablando, con independencia de las cosas que diga, que son puros vehículos de sí mismo. Y cuando son dos, también "se hablan", pero no el uno al otro, sino el uno para el otro. ¿Y qué se dicen? De todo y de nada, porque no importa lo que se digan, sino sólo que se digan. ¿El uno al otro? Ni siquiera eso hace falta. Basta que se digan cada uno a sí mismo para el otro. No que hables de ti mismo, que tampoco eso es necesario, sino que en tu hablar viaje tu alma. Que tu ¡interlocutor! acepte gozoso ser el destinatario de ese asomarte fuera de ti a través de la voz llevada en palabras (que se convierta en un extra-alter ego) Y que a tu vez seas un entusiasta receptor de la puesta en palabras de su alma. Esta es la mejor comunicación de sí mismo. ¿Mensaje? "Soy yo"; "yo para ti", ¡claro está! Y eso va en la voz, que apenas importa como articulación de palabras; y va en las palabras, que no importa que estén vacías del contenido que les es propio, que no se estén empleando para transmitir ese contenido, porque su función en ese momento no es objetiva, sino totalmente subjetiva. ¿Y todo esto cómo se llama? Pues no sabemos si llamarlo enamoramiento, amor, amistad, vanidad, autocomplacencia... es como si para toda la variedad de árboles y arbustos, y hierbas, y helechos, y musgos, y líquenes, dispusiéramos sólo de la palabra plantas; y lo mismo para los insectos, los peces, los reptiles, las aves, los cuadrúpedos, sólo el nombre de animales. Faltándonos los nombres, es como si todo fuese lo mismo. Eso nos ocurre también en el amor: no son tantas las especies como en el reino animal o vegetal, pero haberlas haylas: entre la pura necesidad fisiológica de "amor", totalmente indiscriminada, y la orientación de esa necesidad hacia una persona concreta y en exclusiva, hay un gran trecho. Y sin embargo van ambas en el mismo saco. 
Si saltamos de la simple satisfacción a la recreación en ese amor, qué duda cabe de que estamos en otra dimensión más noble; pero seguimos asignándole el mismo nombre: a todo lo llamamos amor. Y si del egoísmo que todo placer lleva consigo aún cuando se comparte, ascendemos hasta la generosidad, hasta complacernos más en el placer de la otra persona que en el nuestro, también diremos que es el amor el que nos mueve. Y cuando finalmente deje de ser el placer el motor de nuestro mutuo acercamiento, dejaremos de llamarlo amor (¿por qué?) y lo llamaremos amistad. Y nos preguntaremos si es cierto aquello de que una de las ventajas de la amistad sobre el amor es que ésta no puede sobrevivir sin la estima; que hay demasiadas clases de amor; muchas más, seguramente, que clases de amistad.




AMISTAD EN SI
Del latín vulgar amícitas, amicitatis; derivado de amicus . Para que haya dado amistad, se ha tenido que formar la palabra en otra lengua distinta del español, en que se pronunciase "amisitas" (pl. amisitates) que con la caída de la breve postónica y sonorización de la segunda t, nos da amistades. Se suele construir con los verbos anudar, reanudar, entablar, hacer, trabar, cultivar, frecuentar, mantener, romper. Entendemos por amistad la relación entre amigos. También llamamos así a la persona con quien se tiene amistad; se usa mayormente en plural (Quien dice las verdades, pierde las amistades), llegando en esta forma a su menor intensidad: se entiende por amistades las personas con las que nos relacionamos habitualmente. Es de destacar respecto a la amistad, tanto si se refiere al sentimiento como a las personas, que si bien el opuesto contradictorio es enemistad, se usa mucho más en oposición a amor.
Cuando se quiere puntualizar que una relación no es amorosa, se especifica que se trata tan sólo de una amistad, llamándose así tanto a la relación, como a la persona con la que se mantiene esta relación. Y por supuesto se evita asociar la amistad con la palabra relación, que pertenece al ámbito del sexo, en especial cuando se usa en plural: relaciones (amorosas).
¿Qué es exactamente la amistad? Tendremos que admitir que es algo tan indefinido e indefinible como el amor. Los romanos decían: amicitia pares invenit, vel facit = la amistad encuentra a los iguales , o los hace. Es aquello de Dios la cría y ellos se juntan. La primera característica de la amistad es pues, como admiten todos los tratadistas, la igualdad; y si no existe, se hace. Pero verdadera amistad no puede haberla entre desiguales, sino que se establecen otras formas de dependencia. Los romanos llamaban también al amigo, tan sentenciosamente, el alter ego, el otro yo.
Eso implica la capacidad del amigo de estar en el lugar del amigo. Quizá sea esa la razón por la que los amantes no pueden ser amigos (volveré sobre el tema bajo la palabra amigo) el amado nunca puede ser el alter ego; es, y no puede ser más que el alter, que en un lenguaje más crudo aún se llama el objeto del amor. Precisamente en el amor místico, "amada en el amado transformada", hay una notoria invasión de la amistad en el campo del amor.
Hay que señalar a los griegos como los inventores de la amistad, que llamaban jilia (filía)(amor). Cultivaron la sintonización de las almas en una misma estética, en unos mismos sentimientos, en una misma cultura. En un principio se entendió por jilia, (filía) el sentimiento de apoyo mutuo que unía a los compañeros de armas. La amistad entre Aquiles y Patroclo es la primera que nos ofrecen las letras griegas. Era casi un acto de defensa y de supervivencia. La intensidad de esos sentimientos era pareja a la necesidad que los impulsaba: en ellos estaban la vida y la muerte. El llanto de Aquiles por su amigo Patroclo es conmovedor. De ahí pasó la amistad a los compañeros de estudios y de juergas (estamos ya más cerca de las amistades) Los filósofos fueron fervientes promotores de esta forma de relación humana. Para Platón en ella estaba el principio del valor (y de la valentía, andreia andréia) y de todas las virtudes (areth, /areté), incluidas las necesarias para la convivencia cívica.


LA FRASE
La amistad es un amor que no se comunica por el alter ego, sino por las emociones.
Quizá sea precisamente esa la diferencia sustancial entre el amor y la amistad: el amor nace siempre en los sentidos y la emotividad del yo, mientras que la amistad es toda ella sentimiento hacia el otro.
PEQUEÑA REFLEXION SOBRE AMOR Y AMISTAD
¿Qué es más profundo, la amistad o el amor? Si tomamos como referente del amor, el amor de madre, la respuesta es clara: es más profundo el amor que la amistad. Si cambiamos de referente, y nos pasamos al amor de pareja, hay que cambiar la respuesta: es más profunda la amistad o ¿tal vez el de la pareja? Pero claro, ¿como podemos poner un mismo nombre a dos cosas tan distintas? El amor de pareja se parece al amor de madre como un vegetal a un animal. Sin embargo comparten en esencia que son bien dicho que “existen” en cuanto nos afectan, la profundidad se encuentra totalmente en relación de afecto que provoca el otro(a) hacia mi. 
¿Será verdad eso que dicen de que el sexo acaba con la amistad igual que el matrimonio acaba con el amor? Podría ser, porque al fin y al cabo el sexo no deja de ser un interés; y por otra parte la igualdad que se da en la amistad es muy difícil que se dé en el amor. En éste la paridad es la excepción, no la norma. (Aquí no hay alter ego que valga.) 



ENSAYO SOBRE EL AMOR

Del cansancio de sentir tratado de las relaciones.

Es difícil terminar una relación por una simple razón, no tenemos voluntad. Pero ¿Qué es la voluntad? La palabra voluntad deviene del latín            voluntas-voluntatis, que significa querer. Es un acto intencional de “estar implicado en algo” con decisión hacia el objeto o el sujeto que consideramos positivo y valioso. 

La voluntad en la antigua Grecia tenia que ver con la “sabiduría y la libertad” La libertad nos transborda, inevitablemente al problema del sentido de la “arete” . Aristóteles se preguntará si es posible conciliar el orden natural del humano con el orden moral. Así, observará que tal como todos los procesos se orientan naturalmente hacia un fin, el hombre también habría de orientarse hacia una finalidad. ¿Qué finalidad? Pues la felicidad. El punto es que para adquirir su finalidad, a diferencia de lo que sucede con otros procesos de la naturaleza, en el caso del hombre, es ineludible la intervención de su voluntad. Diferencio así, dos clases de actos, las involuntarias y las voluntarias. Mientras que las primeras son consecuencia de la coacción o de la ignorancia, las segundas, no. Desde este panorama distingo que una acción moral requiere la confluencia de tres dimensiones: 

1.-La acción voluntaria (libertad de la voluntad)
2.- la posibilidad efectiva de elegir libremente entre diferentes opciones (libre albedrío o libre elección). 
3.-La forma negativa, natural e involuntaria en contra de la voluntad es la pasión. 

No hay hombre más sabio que el que es libre, el hombre libre es el que se aleja de la ignorancia el que se jacta de coaccionarse y el que no responde a las pasiones.

¿Pero qué sucedería si alguien malvado nos obligara a caer en las pasiones? Si la única forma de quitarnos la voluntad es solo siendo influidos por otros, tomando en cuenta que los grados de influencia varían, el amor en la relación es una de las formas más factibles  de encontrar nuestras pasiones, lo que quiero decir es que el amor en la relación con “los otros” evoca al conflicto de nuestra voluntad en su máxima potencia.
De esta manera diferenció cuatro características importantes sobre la voluntad.

1. Una tendencia o preferencia por el objeto o sujeto amado. Es tener un anhelo, una aspiración. se puede decir que se comienza por “el deseo mismo” visto como el acto de idealizar el placer por el objeto o  el sujeto, pero solo como un primer nivel la idealización (deseo mismo de uno mismo). 
2. Una determinación o decisión estable por el objeto o sujeto preciso amado, como segundo nivel la capacidad de evaluar las disímiles posibilidades que se presentan,  tomando en cuenta que la voluntad tiene como fin la felicidad. 

3. Una acción o puesta en marcha de todo el carácter la conducta, el comportamiento para conquistar el objeto o sujeto que se ama. Todas las posibilidades que el hombre tiene a su disposición (física, inteligible, sensible o emocional para lograr la felicidad tan anhelada).

4. -el acto por naturaleza incontrolable del humano por perder su  voluntad recae en las pasiones, lo emocional, junto a la relación con el objeto o el sujeto amado, el AMOR en la relación se puede distorsionar incontrolablemente. 

En el amor-pasional nos volvemos totalmente dependientes, nuestras decisiones no son tan validas por nosotros mismos por una simple razón no hay voluntad y nuestra decisión nace fuera de nosotros mismos, para resumir como dije en el primer párrafo de este escrito estamos implicados en algo; y solo basta en el amor-pasional unos instantes y que el otr@  --- (de esencia pasional) infiera--- y luego ahí tan naturalmente masoquistas regresamos de forma negativa y sin voluntad a la pasión-amorosa.


¿Cuáles la diferencia entre amor pasional y la pasión amorosa?

El amor-pasional es un primer “estado dependiente” del sujeto y es precisamente estar “implicado en algo” hombres y mujeres están por naturalaza fisiológica y por estructura social siempre implicado en algo, atenderé ha este análisis;

a) inteligible;  por la razón dicha por Aristóteles, el humano tiene voluntad porque tiene la capacidad de filosofar (pensar) reflexionar su estado en el mundo , confrontar sus ideas, transformar su subjetividad y su exterioridad. Y ;
b) por estructura social porque pertenecemos a una cultura que desde la lógica de la tradición, la ideología y la historia social marca al sujeto, lo implica automáticamente en las formas establecidas.

En una relación amorosa estar en un estado dependiente  (amor- pasional) se violenta en el sujeto que ama su carácter fisiológico es decir su capacidad de “pensar” y trastoca su forma de involucrarse en la sociedad porque al implicarse con el objeto o el sujeto amado éste ultimo comienza a proyectar en el que ama sus caracteres sociales “ideología, cultura, historia” que en el mejor de los casos si es parecida no violenta mucho al amante; ejemplo 1(si el amante es cristiano y el amado es católico por historia, tradición y fuerte ideología; el amante por pasión y no por voluntad corrompe su historia, tradición e ideología acompañando al amado a una misa y guiándose por los símbolos que no le pertenecen)ejemplo 2 (si el amante es alérgico al sol y  el(la) amad@ le pide que lo acompañe en fechas de la primavera a las 12:00 am a caminar por la calle a platicar; el amante acepta aunque se desgarre la piel por su alergia, no le importa por una simple razón no se guía por su pensar (me puedo provocar quemaduras de piel) sino por su amor-pasional.

Estar involucrado en algo es regular mi “yo” el “ego” capacidad que tenemos de construir nuestro mundo interior tentando nuestro placer desde el mundo exterior, “por tanto estar implicado significa regular la apropiación del mundo desde el punto de vista de la preservación y extensión del ego, partiendo de la estructura social”   pero el “punto de vista de la preservación del Ego” se formula guiado desde la pasión y no desde la razón por lo tanto la preservación del sujeto amante no se logra sino por un estado de la in-voluntad.

No puedo definir en un cuadro que es el amar, pero de algo estoy  seguro, logra potencializar hasta el descontrol “la necesidad del objeto o sujeto” en su máxima, el amor-pasional involucra al sujeto amante con el objeto o sujeto amado en una necesidad de naturaleza humana y la pasión se da cuando



¿Pero hasta cuando regresamos a nosotros mismos? ¿Ha nuestro yo? ¿nuestra regulación del Ego? Hasta que nos cansamos emocionalmente, hay que tener cuidado porque lo emocional se toca y recuperarlo con otros nuevos caminos es difícil, cuando digo otros caminos me refiero a otras personas.

Por otro lado y siguiendo el punto; no quiero expresar que el amor en la relación se un acto a favor de nuestro tanathos en la voluntad, mas bien es el eros de nuestra independencia. Es muy difícil lograr que el amor sea en una relación en independencia desde que digo relación en independencia existe una contradicción pero me daré a la tarea de explicarla….